Este tratamiento avanzado es ideal para pieles maduras con signos de envejecimiento y jóvenes con acné. Revitaliza la piel mediante bioestimulación, nutriendo y equilibrando las células, además de desintoxicar y drenar, fomentando una apariencia más joven y saludable.

El procedimiento comienza con la extracción de sangre, que se centrifuga para separar el plasma rico en plaquetas, esencial para la regeneración de la piel. Luego, se aplican microinyecciones en áreas específicas del rostro, permitiendo que el plasma actúe directamente donde se necesita, estimulando la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.

Una gran ventaja de este tratamiento es su seguridad, pues al usar plasma del propio paciente, se eliminan riesgos de reacciones alérgicas o rechazos.

Además, puedes combinar este tratamiento con otros procedimientos faciales sin problemas sin ningún problema de interferencia o incompatibilidad. En tan solo una hora y media de sesión conseguimos la aplicación efectiva del plasma sin apenas molestias ni dolor.

Una semana después notarás los resultados y transcurridas cuatro semanas verás el efecto completo que deseabas. La doctora Angela Ballestero recomienda un ciclo de tres sesiones anuales con un intervalo de 30 días entre ellas.

De ahí el auge del tratamiento de plasma rico en plaquetas porque la regeneración de la piel es natural, progresiva y no conlleva ningún riesgo para la salud.