La grasa localizada es el aumento desproporcionado de células adiposas localizadas en la hipodermis. Tanto hombres como mujeres pueden llegar a tener acúmulos de grasa en determinadas partes del cuerpo, tales como los muslos, la espalda, el abdomen, la papada… Aunque se recurra a dietas y ejercicio, hay zonas que son resistentes a su eliminación.

El acúmulo de grasa en determinadas áreas no ocurre únicamente por sobrepeso, ya que puede deberse a otros factores tales como la genética, la falta de sueño, el estrés, una dieta desequilibrada o tener una vida sedentaria.

La mesoterapia corporal es una solución eficaz para la grasa localizada sin recurrir a la cirugía, ya que la infiltración de diferentes sustancias ayudan a disolver la grasa en esas áreas conflictivas para que esta pueda movilizarse y salir del organismo.

Tras la valoración médica se pueden inyectar diferentes sustancias, dependiendo de las necesidades de cada paciente: mesoterapia Lipolítica con carnitina o mesoterapia reafirmante y tensora con silicio orgánico.

Para potenciar los resultados de estos tratamientos médicos se aconseja combinarlos con una dieta equilibrada, ejercicio físico y tratamientos de aparatología como la presoterapia y radiofrecuencia.