Como elegir los cosméticos más adecuados para nuestra piel
El principal problema que nos podemos encontrar cuando vamos a comprar una crema para nuestra piel, es la cantidad de marcas de cosmética que existen en el mercado. Y es que ante tal escaparate es difícil saber cuál escoger, aunque la gran mayoría de veces nos guiamos por recomendaciones o por el reconocimiento de la propia marca.
Desde Vitalis, siempre recomendamos la cosmética natural. Actualmente, la tendencia de productos naturales y ecológicos a nivel general, está favoreciendo la elección de marcas de cosmética de este tipo. Estos productos son mucho más beneficiosos para nuestra piel, ya que están formulados a base de ingredientes naturales, y sus principios activos penetran profundamente en la piel. Por ello, los resultados obtenidos con esta cosmética son prolongables en el tiempo y más efectivos, a diferencia de cualquier marca de cosmética tradicional.
Nuestro gran orgullo, la marca que potenciamos y recomendamos a las personas que nos visitan, es Pevonia, una amplia gama de cosmética natural, con diferentes líneas de producto que se adaptan a los diferentes tipos de piel. Sus resultados son completamente efectivos, nuestros clientes nos avalan.
Aprender a leer la etiqueta, la parte más importante cuando compramos cosmética
Cuando elegimos un producto cosmético, no solo debemos fijarnos en sus componentes, sino también el orden que ocupan estos en la etiqueta. ¿Por qué? Sucede que cuanto más al final de la lista se posicione el ingrediente, menos cantidad de este se encontrará en el cosmético. Si un cosmético se anuncia como hidratante / antiarrugas con colágeno, este debería estar entre los 5 primeros ingredientes para que sea eficaz, de lo contrario, no lo será.
Esto es así, funciona de esta manera, ya que está establecido por el código INCI. Estas regulaciones presentes en la elaboración de cosmética funcionan como grandes ayudas para los consumidores, lo único necesario es conocerlas y aplicarlas.
¡Tener en cuenta este consejo cuando vayamos a comprar nuestro próximo producto cosmético!
Ingredientes tóxicos en la cosmética: ¿qué debemos evitar?
¿Cuáles son aquellos ingredientes peligrosos para nuestra salud cutánea que debemos evitar? A continuación, dejamos una lista de algunas de las sustancias tóxicas que no deben estar presente en la cosmética que compremos.
- Parabenos
Dentro de los ingredientes tóxicos y peligrosos utilizados en los productos de cosmética e higiene, se encuentran los parabenos, compuestos químicos con propiedades bactericidas y fungicidas, utilizados para alargar la vida del producto e impedir que sea atacado por bacterias y microorganismos. El problema de casi todos los aditivos es que forman parte del 99% de los productos que consumimos a diario, por lo que se acumulan en nuestro organismo a un ritmo mayor de lo que nuestro cuerpo es capaz de asimilar.
- Aceites Minerales
Los aceites minerales (paraffinum, parafinum liquidum, mineral oil, etc.) son compuestos muy usados en la cosmética tradicional para hidratar la piel. Son derivados directos del petróleo, muy estables, de fácil extracción y muy baratos. Ofrecen una textura fina y sedosa y al ser aplicados sobre la piel, la dejan suave y con “sensación” de alta hidratación. Y lo peor es que estos aceites minerales no hidratan en absoluto. Lo que provocan es la creación de una película de aceite que obstruye los poros, impidiendo la transpiración de la piel, y su posterior deshidratación.
- Colorantes Artificiales
Son sustancias que se usan para darle el color deseado a cremas, geles de baño, maquillajes, tintes, etc. Muchos de ellos han demostrado ser altamente cancerígenos y alterar las moléculas de ADN. Sus denominaciones incluyen las sílabas -anilin- o -anilid- (por ejemplo, el acetanilid).
- Formaldehídos
Se trata de uno de los conservantes más utilizados por ser un potente anti-micótico. Exponerse a ellos puede causar dolores articulares, dolores de cabeza o de pecho así como alergia, irritación y envejecimiento prematuro de la piel. Su uso está prohibido en cosmética, pero ya que se trata de un conservante muy barato y efectivo, la industria se las ha ingeniado para crear sustancias que directamente no se pueden considerar formaldehído pero que lo liberan.
- Alcohol
El alcohol es un buen conservante: es antiséptico. Un antiséptico es un producto que evita infección y que mantiene la zona purificada. No obstante, el alcohol reseca y deshidrata la piel.
- Lanolinas
La lanolina es conocida como la cera de lana o la grasa de la lana, ya que es la sustancia grasosa amarilla de los animales de lana. En realidad, es la sustancia secretada por las glándulas sebáceas de los animales de lana y que se convierte en una crema muy útil y recomendable para muchos cosméticos.
- Miristato Isopropilo
Es un éster de ácido graso de baja viscosidad que se utiliza en cosmética para hidratar la piel o para facilitar la penetración de fármacos. Muchas cremas hidratantes utilizan una combinación de Vaselina y Miristato de Isopropilo, ya que la vaselina no se absorbe fácilmente en la piel, mientras que el Miristato de Isopropilo sí. Cuando estas dos sustancias se combinan, los productos pueden ser absorbidos demasiado profundamente en la piel, provocando la obstrucción de los poros, y la deshidratación propia de la piel.
- Dimeticona (PDMS)
La Dimeticona es una de las siliconas más utilizadas en cosmética, y como tal es un polímero que se obtiene por medios químicos a través del silicio. La película que forma sobre la piel la aísla y protege, pero al mismo tiempo bloquea los poros, haciendo más difícil que elimine las células muertas o impurezas a través del sudor o el sebo. Esto, a su vez, favorece que los poros se abran y bloqueen el funcionamiento natural de la piel.
- Laurisulfato de Sodio
El laurisulfato de sodio, o SLS, un ingrediente común en los productos de higiene personal. Es un aditivo que permite que los productos de limpieza formen espuma. Según la base de datos Skin Deep Cosmetics Safety Database de Enviroment Working Group (EWG), el SLS es un “peligro moderado” que se ha relacionado con el cáncer, la neurotoxicidad, la toxicidad en los órganos, la irritación de la piel y el trastorno endocrino.
¿Entonces?
Con estas directrices, ya sabemos cómo comprar un producto cosmético sin dañar nuestra piel: leer la etiqueta, evitar los ingredientes antes mencionados y, mejor aún, recurrir a marcas de cosmética natural como es el caso de Pevonia.