En la nota anterior te contamos los aspectos importantes sobre una de las grandes preocupaciones a nivel facial: El envejecimiento. Pero existe otra preocupación que cada vez cobra más fuerza: la sensibilidad de la piel.

En los últimos años y , sobre todo, tras el uso de mascarillas en la época de pandemia, la demanda de cosméticos, tratamientos y técnicas de tratamiento para pieles sensibles han aumentado notablemente en nuestros centros. Estudios científicos demuestran que más de un 70% de pacientes presentan una piel sensible, en diferentes niveles  o grados.

En este post te contaremos todos los detalles sobre la sensibilidad facial.

¿A qué se llama sensibilidad facial?

Denominamos sensibilidad facial al hecho de tener un sistema de defensa de la piel bajo, lo que provoca que ésta ante cualquier agresión o estímulo externo o interno, reaccione mucho más rápido que una piel normal, creando falta de confort, tirantez, aumento de temperatura interno, enrojecimiento…

La fragilidad en la piel no es cuestión de edad, por lo que puede aparecer tanto en la niñez, adolescencia o madurez.

Si pensamos conscientemente que la piel está considerada como el órgano más grande del cuerpo y que está en constante contacto con el exterior y todas las sustancias tóxicas que puedan alterarla, sabremos que debemos prestarle atención y cuidarla.

¿Cuáles son las principales características de una piel sensible?

Algunas de las características de una piel sensible son las siguientes.

  • Piel muy fina y delicada
  • Resistencia cutánea frágil
  • Puede aparecer cuperosis, debido a la alta temperatura interior provocando la rotura  de los vasos sanguíneos.
  • Puede presentar sintomatología de reactividad en el tejido: descamación, eritema, sensación de tirantez, desconfort, purito…
  • La textura raramente es uniforme debido a las carencias de esta tipología de piel
  • Tiene tendencia a tener manchas conforme el grado de sensibilidad aumenta
  • Envejecimiento más rápido, aparición temprana de líneas de expresión, pérdida de firmeza inicial y redensificación facial.

Todas estas características provocan una menor protección contra las agresiones externas contaminantes e irritantes, y la pérdida de hidratación interna mucho más rápida y más continuada.

¿Existen diferentes tipos de sensibilidad facial?

Hay diferentes grados de sensibilidad:

  • Grado 1:  Son las denominadas pieles de porcelana, al tacto son finas y suaves, translúcidas, pueden o no presentar ligero enrojecimiento ante agresiones o cambios externos climáticos o internos. Son las típicas pieles nórdicas.
  • Grado 2: son pieles que presentan ligero enrojecimiento por el aumento de temperatura interno, notan desconfort y tirantez.
  • Grado 3: son pieles reactivas ante cambios de temperatura, cuando presentan más estrés de lo normal, cuando se produce un tipo de actividad fuerte…. Todo esto supone para este tipo de pieles una activación interna reflejada en un aumento de temperatura alta, enrojecimiento, purito, falta de confort, e incluso brotes focalizados provocando malestar.

¿Por qué es tan común la sensibilidad facial? ¿Qué factores la provocan?

La piel está sometida a diferentes agresiones que pueden llevar a fragilizarla más de lo normal:

  • Factores externos o climáticos: los cambios bruscos de temperatura y humedad ambiental, el clima, el ozono o agentes contaminantes, exposiciones prolongadas al sol y sin protección…
  • Aplicación de productos inadecuados a tu tipología de piel, la excesiva aplicación de detergentes, agentes químicos.
  • Tejidos que utilizamos que están en contacto con nuestra piel (lana)
  • Alimentación o el uso habitual de picantes
  • Medicamentos tópicos
  • Uso habitual de agua muy caliente
  • Factores genéticos: enfermedades con historia familiar como son la dermatitis, o alergias, empeora aún más el estado de la piel, volviéndola más sensible y con más tendencia a reaccionar.
  • Enfermedades internas como es la diabetes va muy ligada  y provoca sequedad de la piel o en el caso de las enfermedades renales, purito generalizado.
  • Factores psicológicos: estrés, cambios hormonales, fatiga y falta de sueño

Es importante destacar que la piel puede presentar cambios en el sistema de defensa de manera intermitente y regresar a tu estado normal utilizando un tratamiento específico calmante y antiinflamatorio, apto para este tipo de pieles.

¿Qué cosméticos puedo utilizar para tratar la sensibilidad de la piel?

A la hora de tratar las pieles sensibles, los cosméticos deben tener dos funciones importantes: calmante/antiinflamatorio y aumentar la resistencia de estas pieles.

Los cosméticos deben utilizar los siguientes principios activos:

  • Activos calmantes o con propiedades antiinflamatorias, descongestivos y suavizantes.
  • Activos hidratantes que aporten confort,  que aumenten el nivel de agua de la piel y hagan una película de protección para evitar las agresiones medioambientales y la pérdida de agua.
  • Activos vasoprotectores para evitar la presencia de edema inflamatorio y activar la microcirculación.
  • Activos antioxidantes: ayudar a evitar la propagación de reacciones oxidativas, que provocan los daños celulares.
  • Activos nutritivos: aporte de lípidos y nutrientes que refuercen la función de barrera de la piel, tratando la tirantez y descamación tan frecuente en las pieles sensibles.
  • Activos que refuerzan la capacidad inmunitaria de la piel.

¿Cómo debería ser una correcta rutina de cuidado en casa?

  • Realizar la preparación de la piel con agentes limpiadores no detergentes para evitar dañar la piel. Se recomienda una leche limpiadora suave calmante.
  • Aplicar posteriormente un tónico descongestivo y que regule el PH de la piel (Normalmente las pieles más frágiles o reactivas, suelen presentar un PH más bajo de lo normal)
  • Realizar un exfoliante siempre enzimático, que nos permita eliminar células       muertas de una manera suave y no fragilizándola más internamente.
  • Utilizar tratamiento intensivo (Sérums-Concentrados) con altas concentraciones calmantes, antiinflamatorias y descongestivas
  • Utilizar crema de tratamiento para la noche que esté compuesto por todas las sustancias nombradas anteriormente, que disminuyan las rojeces y la irritación logrando aumentar su resistencia frente a los factores externos a los que está expuesta.
  • En el día aplicar una crema de tratamiento con protección solar y /o protección climática para evitar los daños producidos por los agentes externos.
  • Realizar una vez por semana una mascarilla intensiva para reforzar el cuidado de estas pieles, o para aportar nutrición, tan necesaria en este tipo de inestetismo.

¿Existen tratamientos estéticos faciales indicados para la sensibilidad?

Es importante seguir un cuidado con la ayuda de la esteticista a través de tratamientos calmantes intensivos profesionales,  que nos permita calmar, reforzar y hacer que la piel sensible se comporte como una piel normal, pudiendo evolucionarla a otro tipo de tratamientos estéticos faciales.

También este tipo de tratamientos nos ayudan a evitar que el grado de sensibilidad empeore, lo que va generando en el tiempo una piel con mucha más carencia interna.

En la actualidad, la sensibilidad es el inestetismo más demandado entre los clientes. No sólo existe la parte de los tratamientos estéticos, sino también los tratamientos específicos con diferentes técnicas.

Una de las técnicas más eficaces para tratar todo tipo de sensibilidad es la técnica del frío, a una temperatura entre 0-5 grados tiene un efecto antiinflamatorio. Esta técnica la encontramos en la multiplataforma facial Q-Hydraskin care Pro, pudiendo dar respuesta inmediata a todos los tipos de sensibilidad, incluso pieles con rosácea.

¿Qué otras medidas puedo tomar para evitar la sensibilidad o mejorarla?

  • Llevar una alimentación adecuada y saludable ayudará a reforzar el sistema de defensa. Evitar en todo lo posible las comidas picantes.
  • Gestionar situaciones de estrés puesto que éste es una de las causas y factores principales que debilita las pieles.
  • Mantener una buena rutina de limpieza y tratamiento de este tipo de pieles
  • Usar protección solar y protección climática en casos de temperaturas extremas.
  • No utilizar cosméticos que contengan activos agresivos para la piel.

En centros Vitalis tratamos de forma exhaustiva y profesional las pieles sensibles. Consulta por nuestra cosmética o los tratamientos que podemos ofrecerte.